Este hospital de Nueva York, el más grande de EEUU especializado en pediatría, necesitaba renovar su escáner, y aunque su principal afán al buscar uno nuevo era el de elegir el que diera una dosis menor de radiación, el proyecto además terminó por decorar por completo el escáner y su sala para convertir una experiencia difícil y casi traumática para los niños en un rato de diversión.
Vista general de la sala, scanner y habitación en modo barco pirata.

Son piratas graciosos, todo pensado para transmitir juegos y no miedo.

La preparación es un juego para los niños.
El resultado no puede ser mejor, el hospital está muy satisfecho de su obra.
Fuente: Bored Panda
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